Nuestra práctica terapéutica es:

Artesanal, porque se trata de un trabajo único. Cada encuentro con el paciente y su familia tiene que ser único, creativo, un momento de encuentro con una historia personal y distinta a otras, con un niño que no tiene para nosotros el nombre de su patología sino que es portador de un nombre propio
Interdisciplinaria, porque no concebimos nuestra práctica sin un equipo interdisciplinario que haga sus aportes desde las diferentes áreas instrumentales (motora, lenguaje y comunicación, juego, aprendizaje, socialización, estructuración psíquica). El equipo cumple también una función de sostén tanto para el niño y sus padres como para el terapeuta. La direccionalidad de todos los tratamientos está sostenida por la interdisciplina que constantemente decide próximas intervenciones y evalúa sus efectos.
Clínica, porque no responde a planes de trabajo estandarizados o planificación puntual definida a priori, sino que se ajusta a cada caso en particular. A partir de una evaluación previa de cada persona, nuestra meta es promover en primer medida la aparición de un sujeto de deseo
Terapeuta único,  lleva adelante el tratamiento y lo coordina pero no trabaja solo sino que sustenta su hacer en la interdisciplina que le aporta todo el equipo. A los bebés y niños pequeños les resulta dificultoso relacionarse con más de un profesional y sostener vínculos simultáneos.